Djokovic ya ha abandonado Australia con destino a Serbia y escala en Dubái. Fin a 11 días de litigio con el gobierno australiano y una ultima vista judicial que ha dado al razón a las autoridades. Los tres jueces del tribunal federal de Melbourne creen que, en efecto, su presencia en el Open de Australia podría alentar a los movimientos antivacunas. El jugador serbio que debería haber jugado mañana en busca de su vigesimoprimer Gran Slam, dice estar extremadamente decepcionado.
Es la ejecución de la decisión unánime de estos tres jueces del tribunal federal que han puesto así fin a un partido de ida y vuelta que comenzó el 5 de enero. "Me siento profundamente decepcionado", ha dicho Djokovic en este breve comunicado. "Respeto la decisión del tribunal y cooperaré con las autoridades para mi salida del país", continuaba el tenista.
Esas autoridades, en boca del primer ministro Morrison, han expresado su satisfacción por el fallo que, dice, responde al "interés público". Y se ha adoptado por motivos de salud, seguridad y mantenimiento del orden. Sus argumentos los ha compartido el tribunal que dice que la presencia del serbio en el país podía avivar el sentimiento antivacunas en protestas y comprometer la campaña de vacunación.
El revés judicial definitivo ha llegado algo así como en la muerte súbita: no ha habido apelación y el serbio, vuela en avión con escala en Dubái, destino a su país. Si Londres y París siguen el criterio australiano, Djokovic tampoco podrá participar en Wimbledon ni en el el US Open.