¿Fuerzas de combate o de protección civil?

  • Los expertos advierten que se ha predominado la acción de protección civil frente a la verdadera misión de los ejércitos

  • Señalan que se han silenciado combates o se invisibilizan unidades porque contradicen la imagen de buenísimo que se quiere dar a las misiones militares

  • La difusión es fundamental para acercar la fuerzas armadas a la población española, una de las menos dispuestas a defender el país en caso de guerra

Nos vemos con Fernando Alejandre, el ex jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) tanto con el PP como con PSOE desde el 2017 a 2020 y autor del libro 'Rey servido y patria honrada' (Editorial Deusto). Un título que hace referencia al poema de Lope de Vega a Álvaro de Bazán: “El fiero turco en Lepanto/ en la tercera el francés/ en todo el mar el inglés/ tuvieron de verme espanto/ rey servido y patria honrada/ dirán mejor quién he sido/ por la cruz de mi apellido y con la cruz de mi espada”. Nos citamos en la plaza de la Lealtad de Madrid. En el monumento a los caídos por España no están las cenizas de los desconocidos que cayeron luchando en la guerra de la independencia de 1808 como se cree. Es un mito. Los restos que verdaderamente reposan son de los héroes los capitanes Luis Daoiz, Pedro Velarde y el teniente Jacinto Ruiz.

El general de ejército retirado nos alerta de otro mito: creer que los ejércitos son básicamente un servicio de protección civil. “Nos encontramos que los militares que no salen en la UME, no tienen el reconocimiento que se merecen. Cuando la verdadera naturaleza de las Fuerzas Armadas es el del combate. Pero parece que eso no cuenta y ahora, con lo que está pasando en Ucrania, nos estamos dando cuenta”, señala. No será por culpa de los medios informativos porque pese a las peticiones de muchos periodistas cada vez es más difícil poder acceder a unidades militares en acción, a no ser que sea “empotrados” en una visita ministerial de un día para hacerse una foto y regresar. El caso es que ese desconocimiento de nuestras Fuerzas Armadas es un factor determinante a la hora de implicar la población en la defensa de España. De hecho, según la encuesta Gallup International de 2015, realizada en más de sesenta países, los españoles están muy por debajo de la media mundial entre 60 países de los que estarían dispuestos a combatir por defender a su país, apenas un 25%. Mientras, en Marruecos, son el 94%.

La situación llega hasta el punto que de cómo señala Alejandre se “echa tierra por encima en operaciones militares en las que tuvimos enfrentamientos armados que recordaban a las que tuvimos hace cien años en África. Es como si no hubieran existido”. Eso lo conoce muy bien Álvaro Colomer, con su libro 'Aunque caminen por el valle de la muerte' (Random House) que narra la batalla prácticamente olvidada de Nayaf, Irak en 2004. Donde a los militares españoles les tuvieron que socorrer tropas estadounidense y salvadoreñas por las limitaciones de respuesta que tenían impuestas los españoles. Uno de los problemas que se encontró Colomer fue el hermetismo de Defensa para poder acceder a los soldados que participaron en el combate. Además, nuestros soldados tuvieron problemas con las ametralladores que iban en los blindados. Puso en evidencia un problema que arrastra es la renovación del material. Como señala el ex diplomático Jorge Dezcallar autor del libro 'Abrazar el mundo '(Editorial la Esfera de los Libros): No tiene mucho sentido que “España siendo la cuarta economía de Europa invierta en defensa lo mismo que Luxemburgo”.

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