Son los últimos afortunados. Los aviones que han aterrizado en Oslo a cinco minutos de la medianoche procedentes de Alicante y Málaga. Por eso sus, pasajeros, cuentan entre risas, que han aplaudido al tocar tierra. Saben que, por unos minutos, se han librado de la cuarentena obligatoria de diez días para todo el que venga de España. Porque como anuncian en los informativos noruegos, España se tiñe de rojo. No es el único país europeo que lo hace. Francia pidió ayer a sus ciudadanos que eviten Cataluña.
Bélgica ha ido más lejos y prohíbe, directamente, los viajes a provincias como las de Huesca y Lleida. Mientras, los informativos alemanes se ponen en guardia después de que una familia se haya contagiado en Mallorca y muestran los excesos y prohibiciones que se saltan en la noche de las Islas Baleares. Por eso, la ministra de Exteriores han intentado calmar los ánimos.