El apoyo de España a Marruecos en el conflicto del Sáhara agudiza la división con Unidas Podemos
España ha respaldado el plan marroquí para el Sáhara, que propone una autonomía y no un referéndum de autodeterminación
La vicepresidenta Yolanda Díaz ha mostrado su desacuerdo con la decisión del Gobierno español
El candidato a la presidencia del PP, Alberto Núñez Feijoo, ha criticado que no cuenten con ellos
El viernes se conoció un cambio trascendental e histórico para España y la relación siempre difícil con nuestro vecino del sur. El respaldo al plan marroquí para el Sáhara, que propone una autonomía y no un referéndum de autodeterminación como estableció Naciones Unidas en su momento. El Gobierno de Pedro Sánchez se suma a otros como Estados Unidos y apoya a Marruecos a cambio de supuestas garantías sobre Ceuta y Melilla o la política migratoria, aunque eso no lo afirma explícitamente en ningún comunicado Rabat.
En el Gobierno, se agudiza la división con Unidas Podemos, y el PP acusa a Sánchez de no contar con ellos en un asunto de estado, pero lo que más inquieta es si esto puede o no afectar a la compra de gas a Argelia, aliado tradicional de los saharauis. Moncloa lo descarta. Y aunque no hay todavía un pronunciamiento oficial de Argelia, fuentes citadas por la prensa de ese país califican el cambio de postura de España de segunda tradición histórica al pueblo saharaui.
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Albares defiende el cambio de posición de España con respecto al Sáhara occidental
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, explica así el cambio de posición de España con respecto al Sáhara occidental: “Para garantizar la estabilidad, la soberanía, la integridad territorial y la prosperidad de nuestros países”.
Sánchez se pone del lado del rey Mohamed VI en la consideración de la excolonia española como región autónoma dentro de Marruecos. Se lo ha comunicado al monarca en una carta, y Marruecos responde que "prevé inscribir de forma duradera la relación bilateral".
Yolanda Díaz, molesta con la decisión
Hay cartas de un lado y el otro, pero ningún comunicado conjunto. Albares confirma que antes de hacerlo público ha hablado con la vicepresidenta Yolanda Díaz, muy molesta no solo con la decisión, sino también porque dice que no sido informada previamente.
“Reafirmo mi compromiso con la defensa del pueblo saharaui y con las reuniones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Toda solución al conflicto debe pasar por el dialogo y respeto a la voluntad democrática del pueblo saharaui. Seguiré trabajando en eso", ha escrito en su cuenta de Twitter.
El PP critica que no hayan contado con ellos
También el candidato a la presidencia del PP, Alberto Núñez Feijoo, critica con dureza que no contaran con ellos: “Un cambio drástico en la política exterior no puede ser decidido por un Gobierno y menos por un partido”. “Un respeto. Los españoles no tenemos que enterarnos de la política exterior de España a través del Gobierno de Marruecos”, ha dicho.
Albares comparecerá a petción propia en el Congreso
Albares comparecerá en el Congreso a petición propia y viajará a Marruecos antes del 2 de abril para preparar el encuentro entre Pedro Sánchez y el rey Marroquí. España echa así el cierre a la crisis bilateral abierta en abril cuando el Gobierno acogió en un hospital de España al líder del Frente Polisario para un tratamiento de COVID.
“Eleva la extensión regional, crea más inestabilidad en el norte de África y en una zona de vital importancia para la UE, pero también para España”, ha argumentado Abdulah Arabi, delegado del Frente Polisario en España.
España apoya a Marruecos en plena crisis energética
El apoyo de España a Marruecos llega en plena crisis energética. Ya en noviembre Argelia -enemiga de su vecino Marruecos- cortó el suministro de gas que llegaba a la Península Ibérica por el gaseoducto del Magreb, el que atraviesa Marruecos. Y el gas argelino llega a España directamente de Argelia a Almería por las tuberías del Medgaz.
“Es un socio fiable y yo solo puedo tener buenas palabras hacia Argelia porque ha demostrado que su asociación estratégica igual que la de España hacia Argelia, es sólida”, señala Albares.
Una relación que hay que mantener para no poner en peligro el suministro