No todo el mundo está secundando la medida que ha entrado en vigor esta semana, el fin de la obligatoriedad de mascarillas en interiores. Desde Valencia, en un centro comercial la reportera de ‘Cuatro al día’ Paula Hernández comprueba lo que ocurre en su interior.
“En este primer fin de semana, muchos han optado por quitarse la mascarilla en el interior de los centros comerciales. Los que no lo hacen dicen que es por falta de confianza, desconcierto o, incluso, por costumbre se les olvida que ya no están obligados a llevarlas en interiores”, ha informado, señalando que los dependientes, por su parte, “atienden a sus clientes con las mascarillas puestas”.
Estos últimos, ¿están obligados como trabajadores a ponérsela? El decreto establece que no es obligatoria y hay grandes empresas ya han comunicado a sus empleados que ya no tienen que ponérsela, pero otras, la mantienen. En muchas empresas, sobre todo las más pequeñas, sigue habiendo dudas. La más común es en qué casos la empresa puede decidir que se siga llevando. Para ello, ‘Cuatro al día’ ha preguntado a abogados laboralistas.
“En las empresas en las que sea posible mantener la distancia de un metro y medio entre trabajadoras y en donde haya una buena ventilación no será obligatoria la mascarilla”, señala Pere Vidal, abogado y profesor de Derecho Laboral de la UOC.
La empresa solo puede obligar a ponerse la mascarilla si se cumplen dos condiciones: que haya una situación de especial riesgo y que sea un técnico de riesgos laborales quien lo acredite
“En el caso de que no se respete ese metro y medio entre puestos de trabajo o no haya una ventilación adecuada sí que sería el técnico el que consideraría si es preciso seguir manteniendo la mascarilla”, explica Oliver Martín, de la Federación ASPA Servicios de Prevención Ajenos.
Y si el empleado no está de acuerdo, tendría que acudir a un juez. “Deberá acudir a los tribunales, lo que no puede hacer en ningún caso será simplemente dejar de ponérsela porque en ese caso estaríamos ante una desobediencia que puede ser sancionable incluso con un despido disciplinario”, advierte Vidal.