La Unión Europea dice que la economía española será la que más va a crecer. Sin embargo, hay una asignatura que nos quedará pendiente y que tardaremos décadas en cerrarla: la deuda pública. El conjunto de la Administración española arrastra una deuda de 125%, mayor que tras la guerra de Cuba hace casi 120 años, e incluso mayor que la deuda tras la guerra civil del 123% del PIB. Mientras una de las soluciones que se plantean es el aumento de impuestos, algunos economistas señalan que ahora sería oportuno una reforma íntegra de la Administración y que traiga una reducción de sus gastos superfluos.
Nos citamos con la economista María Blanco Blanco coautora de ‘Hacienda somos todos, cariño’ (Ed. Deusto) en el Bar ‘El Desafío’, en pleno Barrio del Pilar en Madrid, uno de los más representativos sobre la población media española. Porque es grande el desafío que tenemos enfrente de nuestro futuro económico: ¿Cómo pagar la deuda de nuestro país? Como señala María, la deuda es una injusticia intergeneracional, porque es como “si consumimos en esta terraza y cuando llegue Raquel, que es la propietaria del bar, le decimos que no se lo pagamos nosotros sino nuestros hijos o nietos. Además Raquel puede pensar que si nuestros hijos van a tener profesiones en las que van a ganar mucho dinero nos puede fiar, pero que pasa si nuestros hijos no tendrán un futuro que les deje dinero. Lo mismo sucede con nuestra economía: muy dependiente del extranjero: turistas e inversiones extranjeras Y así lo hemos visto durante la pandemia”.
Una solución sería subir impuestos ya que nuestra presión fiscal está por debajo de la media. Sin embargo, hay que hablar de esfuerzo fiscal y esto España está muy por encima de la media de la OCDE.
Quizá había que ver cómo reducir Administración para no gastar tanto. Un dato representativo es que el 21,1% de los trabajadores tiene empleo en una administración pública y hay comunidades autónomas que superan ya el 30%. Eso no significa que sean todos funcionarios. Nadie discute de la necesidad de unos servicios públicos fuertes. Ahora bien donde ponen el punto es en los gastos superfluos como denuncia Carles Torrijos en su web 'sueldospúblicos.com'. No deja de ser curioso el siguiente hecho. Desde la pandemia, en el 2020 y según datos oficiales de INE el empleo público aumentó en 125 800 personas en el sector público —un 3,87% más— pero en el privado ha descendido en 748 400 —un 4,47% menos —. La contratación pública en su mayoría responde a sanitarios, que ahora por cierto, están despidiendo. Lamentablemente, el recuerdo de los aplausos parece que está más que olvidado. El caso, es que nos encontramos que pese a contar con una administración aumentada resulta que no se ejecuta más que el 40% del presupuesto anual del salario mínimo vital por problemas burocráticos. Así, en nueve meses la Seguridad Social solo ha desembolsado 920 millones de euros de los 3 000 anuales previstos para el salario mínimo.