Ciberbullying, cuando el acoso escolar se mete en casa
La propagación de contenidos humillantes por redes sociales persigue a las víctimas más allá del colegio
El ciberbulling y acoso escolar es la primera causa de suicidio de menores
El agresor se siente más fuerte si se reenvían los mensajes dañinos que lanza contra una persona
Hace pocas semanas han comenzado las clases. El tiempo suficiente para que empiece también la pesadilla de algunos alumnos y enfrentarse a las burlas y humillaciones de sus compañeros. Es el acoso escolar. Una de sus variantes es el ciberbullying el que se ejecuta a través de las redes sociales y se amplifica gracias al silencio cómplice de los que reenvían y dan eco a los mensajes que humillan a las víctimas.
Muchas veces, éstas y sus familias se sienten desprotegidas. La solución suele pasar por cambiar su hijo de centro. De ahí que les hablemos de algunas herramientas como el "canal prioritario" de la Agencia de Protección de Datos (https://www.aepd.es/canalprioritario/) que sirve para denunciar la publicación en redes sociales de contenidos sexuales o violentos que humillen a una persona. La información la puede presentar cualquier persona aunque no tenga relación ninguna con la víctima. Es una herramienta que sirve para redes sociales públicas abiertas por lo que para chats internos como WhatsApp no es válida. Por eso también es bueno contar con la ayuda de asociaciones que luchan contra el acoso. Entre ellas destaca AMACAE, Asociación Madrileña contra el Acoso Escolar. Son padres que han sufrido de forma cercana la lacra del hostigamiento continuo en clase. De hecho, como señala el psicólogo Javier Urra esta es la primera causa de suicidio infanto-juvenil. En el caso del ciberbullying juega un papel fundamental los compañeros de clase que reenvían los mensajes humillantes. Ya que como dice la psicóloga Marta de Prado: “El observador que se paraliza o que reenvía esos mensajes da espacio para que el agresor se sienta más fuerte, impune”. De ahí la campaña de la Agencia de Protección de Datos de "lo paras o lo pasas" para evitar el reenvío de contenidos dañinos contra una persona ya sea adulta o menor. Ya lo decía la abogada y política de mediados de principios del SXX Clara Campoamor: “He acusado las injusticias porque no quiero mi silencio las absuelva”.