Boris Johnson se defiende del 'partygate' preparando purgas internas entre sus colaboradores para salvar su cabeza
Boris Jonhson se defiende, y lo hace preparando purgas internas entre sus colaboradores para salvar su cabeza
Boris Jonhson no dimite, pero en su partido hay ya mas de 35 cartas pidiendo una moción de censura interna por el 'partygate'
Según 'The Independet', ofrecerá la cabeza de su jefe de personal y de su secretario privado para intentar salvar la suya
En Londres, sigue el escandalo de las fiestas en Downing Street en plena pandemia, una crisis que puede acabar con Boris Jonhson. Sin embargo, el primer ministro se defiende, y lo hace preparando purgas internas entre sus colaboradores para salvar su cabeza. eso dice la prensa británica.
Mayo de 2020, Boris Johnson y su mujer de aperitivo en los jardines de Downing Street con 17 miembros de su equipo, cuando los británicos solo podían reunirse de dos en dos. El primer ministro lo admite, pero no suelta prenda del escándalo de la copa de los viernes, pura rutina entre el otoño de 2020 y la primavera del 2021.
Fue su secretario privado quien envió a unos 50 trabajadores un correo en el que se pedía que llevarán sus propias bebidas alcohólicas. La cita seria cada viernes entre las 4 y las 7 de la tarde. En las primeras semanas en una estancia interior de Downing Street, pero pronto se extendió a los jardines. La música salía de un ordenador portátil, y en ocasiones la fiesta llegaba a altas horas de la madrugada y terminaba con partidas de 'pictionary' y otros juegos de mesa entre botellas de vino y cervezas.
Según la prensa británica, Johnson solía pasar por allí antes de ir a su casa, en el mismo edificio, a veces tomaba algo con ellos, a veces charlaba un rato y les animaba a relajarse por el estrés del covid. Los vinos de los viernes fueron tal éxito que los trabajadores juntaron dinero, 170 euros, paran comprar esta nevera con capacidad para 34 botellas. Cada semana se turnaban para ir al supermercado y llenarla de vino y cerveza.
El 'partygate' aprieta a Boris Johnson. Él no dimite, pero en su partido hay ya mas de 35 cartas pidiendo una moción de censura interna, que se pondrá en marcha cuando sean 54. Con una investigación, los laboristas pidiendo su dimisión y el 66 por ciento de los británicos en su contra, el primer ministro ordena la operación salvar al perro grande, una maniobra para colgar la responsabilidad a otros provocando despidos. Según 'The Independet', ofrecerá la cabeza de su jefe de personal y de su secretario privado para intentar salvar la suya.