La nueva variante amazónica, una de las más contagiosas, se extiende en latinoamérica y se concentra en la frontera entre Perú y Brasil. Allí se vive una tercera ola, que es un tsunami en una región ya devastada por la pobreza. Solo en una localidad, Pucallpa, mueren 50 personas cada día.
Los servicios sanitarios se encuentran al límite y un ejemplo es el de Héctor. Comienza la jornada temprano, preparan el cuerpo lo levantan, de tres fallecidos por día pasaron a 50 muertos. Ellos mismos aseguran que están desbordados. El siguiente paso en la cadena es el trabajo de Kike que se encarga de trasladar los cadáveres. La última parada es el cementerio covid. Allí se encuentra la familia Rolando que llora a sus muertos.
En el hospital confirman que 50% de los ingresados no sobrevive sin camillas y sin medios. Además denuncian que no paran de llegar afectados. Con la nueva cepa mutando y extendiéndose, el Amazonas se ha convertido en el epicentro de la pandemia.