La marcha del Orgullo en Madrid fue menos multitudinario pero no menos reivindicativo dos años después de su ultima celebración prepandémica. En esta ocasión, con la movilización más activa del colectivo trans. Una parte de ese movimiento está muy molesto y hostil con el propio PSOE por considerar que sus representantes han querido frenar y descafeinar la ley trans aprobada esta semana por el Gobierno. Una ley que permite cambiar de sexo oficialmente solo con ir al registro y desde los 16 años sin necesitar de ningún permiso pero algunos miembros de este colectivo querían mas. Por eso, ayer lo pagaron con abucheos y boicots a su recorrido los representantes del PSOE.
Por la noche, de forma no oficial, continuó de nuevo la fiesta del orgullo. Con plazas, calles y locales otra vez abarrotados de gente bebiendo, sin respetar medidas sanitarias de ningún tipo. Aglomeraciones que se mantuvieron hasta la madrugada, cuando la Policía Municipal de Madrid procedió a desalojar a los que seguían de fiesta.