A las estrellas del cine les costó dejar la gran pantalla por las series de televisión, consideradas un género menor. Eso cambió y los actores ven ellas ahora en ellas una fórmula para relanzarse en sus horas bajas o conseguir personajes que no consiguen en las producciones de Hollywood. Algo parecido está empezando a pasar con el mundo de los videojuegos. Gracias a la búsqueda del realismo de los estudios de desarrollo y la mejora de la tecnología ahora se puede replicar con gran fidelidad el trabajo interpretativo. No es sólo poner la voz o prestar la imagen. Cientos de cámaras y un traje con sensores permiten recopilar miles de datos de información para reproducir una escena real en el universo virtual del juego.
Algunos creadores como Hideo Kojima con el juego Death Stranding han llevado el uso de actores en sus títulos al extremo con un elenco que ya quisiera alguna película. El reparto incluye a intérpretes como Norman Reedus, Mads Mikkelsen, Léa Seydoux o Margaret Qualley. Hasta el director Guillermo de Toro tiene un papel en un juego con reproducciones hiperrealistas de los actores y un importante componente narrativo con horas de secuencias cinemáticas.
A veces el juego puede ser la puerta de entrada a franquicias soñadas por cualquier intérprete como Star Wars. Para Cameron Monaghan protagonista del videojuego Star Wars Jedi: Fallen Order "cada vez veremos más y mas actores de cine y televisión haciendo trabajos en el mundo de los videojuegos. Como forma de arte cada vez es un medio más respetado. Ahora nos permite interpretaciones más sutiles y distintivas", asegura.
Actores premiados , en su momento desconocidos, pasaron hace años por estas superproducciones como Rami Malek. El estadounidense ganador de un Oscar por su papel de Fredy Mercury en Bohemian Rhapsody tuvo un papel en Until Dawn un juego que reproduce las películas de terror slasher. Los creadores Cyberpunk 2077 no solo se sorprendieron de que Keanu Reeves quisiera participar en el proyecto sino que además tuvieron que hacer cambios para que su personaje tuviera más presencia ante la insistencia del actor. Una digitalización también de vuelta porque del videojuego se ha pasado al cine, la introducción de la tecnología conocida popularmente como deepfake que permite cambiar rostros en imagenes reales permite ya rejuvenecer, embellecer o incluso resucitar a actores. Y Hollywood no ha perdido el tiempo en usarla, películas como El irlandés de Martin Scorsese o Gemini Man protagonizada por Will Smith son ejemplos de ello.