Las criaturas míticas de España
Un libro recupera los seres mágicos de nuestro país a punto de extinguirse de nuestro imaginario
Pueblos de la España vaciada como Luzón (Guadalajara) reviven festividades como los “diablos y mascaritas”
En el museo de Ciencias Naturales (Madrid) podemos descubrir el origen de algunos mitos
Llega la Navidad, la época de la magia. Sin embargo, mucha se ha perdido dentro del imaginario popular. Los seres no solo se extinguen en el mundo real también en el de las creencias populares. Así, hay criaturas mágicas como la Ondina, el Lobisome, la Santa Compaña o incluso los “ratones coloraos” que ya pocas personas conocen. Sin embargo, cada vez son más populares “especies invasoras” como los elfos de Santa Claus y si todo el mundo celebra Halloween pocos se acuerdan de que es la Santa Compaña. Para luchar contra ese olvido, Manuel Ángel Cuenca, Fermín Valenzuela y Gloria Cuenca, han publicado el libro 'Criaturas míticas de España' (Editorial Edaf). Los tres son divulgadores históricos a través de otros ensayos y se les conoce en redes sociales como @GestasdeEspaNa.
Conversamos con M. Ángel Cuenca entre árboles y matorrales donde sospechamos que pueden andar sueltos esas criaturas míticas que pueblan su libro escrito como si fuera un cuaderno de campo. ¿Los encontraremos? Clicando en la imagen de arriba se reproduce el video donde saldremos de dudas. En 'Criaturas míticas de España', Manuel reivindica esa sabiduría de nuestros abuelos y de la España vaciada que poco a poco se va perdiendo. Precisamente, en algunos pueblos de esa España interior intentan recuperar tradiciones en las que cobran protagonismo esos seres misteriosos. Es el caso de Luzón, una aldea al norte de Guadalajara, en donde celebran el desfile de los “diablos y mascaritas”. Los primeros pueden ser hombres como mujeres, niños y mayores se visten de negro, se cubren cara y brazos de tizne, cargan sobre sus cabezas dos cuernos y a su cintura cencerros que mueven con fuerza. Las mascaritas son mujeres, ataviadas a la antigua e imposibles de identificar. Llevan el pelo cubierto con sombrero y pañuelo y el rostro por otro blanco con cuatro agujeros para los ojos, nariz y boca. A esta celebración en Luzón se unen cada dos años otros pueblos de la zona con hombres convertidos en criaturas míticas. A este pueblo de la comarca del “señorío de Molina de Aragón” llegan paisanos de Viana do Bolo (Ourense) con sus boteiros, personas vestidas llamativamente que corren por las calles, que dan paso al folión, el grupo música a base de golpear grandes tambores y hojas de azadas sin mango.
En el origen popular de cualquier criatura mítica tiene un peso importante la naturaleza. Antiguamente, el bosque tenía más de magia que de ciencia y así surgieron las leyendas. Por ejemplo, seres híbridos, como con el cuélebre, una serpiente con alas de murciélago, tal y como describe M. Ángel Cuenca. Así pues, visitamos el Museo del Ciencias Naturales, en Madrid. Allí nos recibe Soraya de Camus científica del CSIC que nos hace un repaso de las piezas del Gabinete de Historia Natural en Madrid. Hace 250 años fue uno de los más completos del mundo. También nos lleva a exposiciones como la de Alfred Russel Wallace (1823-1913) en conmemoración al bicentenario de su nacimiento. En esta muestra descubrimos mitos como el de las aves del paraíso o ¿por qué a las adivinadoras del futuro se las llama pitonisas? La respuesta: al final del video.