La guerra entre Hamás e Israel coloca a Benjamin Netanyahu en una situación muy delicada por los fallos de seguridad que permitieron el ataque terrorista del 7 de octubre, ataque que causó 1.400 muertos y el secuestro de más de 200 isralíes. Su descrédito, con el 80% de la ciudadanía señalándole como responsable, se suma al descontento que arrastraba su gobierno de coalición con los ultraordoxos desde su estreno en diciembre de 2022. Con ayuda del profesor Leo Corry, presidente de la Universidad a Distancia de Tel Aviv, desgranamos las claves del deterioro institucional del país que ha llevado a su polarización y, asegura Corry, también a el debilitamiento de los servicios de defensa e inteligencia.