Miles de marroquíes se resignan a vivir en tiendas de campaña tras el terremoto que el pasado viernes, 8 de septiembre, por la noche sacudió varias provincias del sur del país y se cobró la vida de casi 3.000 personas, con el temor a que pronto llegará el invierno y la esperanza de recuperar cuanto antes sus viviendas.
A partir de Amizmiz, una de las puertas del Alto Atlas, y rumbo al sur, las plazas de pueblos y aldeas, las laderas vacías, los prados colindantes a localidades y barrios, incluso los espacios robados a las orillas vacías de las carreteras, se han convertido en alojamientos improvisados en los que se levantan miles de tiendas de campaña.
Los profesionales del Consorcio Provincial de Bomberos (CPB) de Málaga desplazados hasta la zona de Marruecos afectada por el devastador seísmo han lamentado que no han rescatado a ninguna persona con vida y han calificado el escenario de esta catástrofe como "penoso".
María García, una de los seis bomberos del CPB, ha manifestado a los periodistas que ahora, que comienza "la climatología adversa", los esfuerzos "se deberían centrar en dar cobijo" a las personas que han perdido sus hogares y en el "control de los menores".
Mientras tanto, en la capital de la Costa del Sol ya hay preparados cinco furgones con 6.000 kilos de material que llegarán a las zonas más afectadas del Atlas. Además de los fallecidos, dicho desastre natural dejó más de 5.000 heridos.
La ministra española de Defensa en funciones, Margarita Robles, ha asegurado que los efectivos y medios de la Unidad Militar de Emergencias (UME) desplegados en el país norteafricano continuará allí el periodo que sea "necesario".
Tras una visita al Tercio de la Armada en San Fernando (Cádiz), la ministra ha explicado que "parece muy difícil" ya que sea posible rescatar con vida a más personas afectadas, pero la UME sigue en el terreno "dándole apoyo a la población" que está en condiciones tremendamente complicadas y, además, "a punto de llegar las lluvias".
Robles ha mostrado su "orgullo" por el trabajo de la UME y ha dicho que estarán en Marruecos "el tiempo que nos reclamen". La prioridad se centra en instalar escuelas, agua y luz para los damnificados.