Hay cerca de 18 000 españoles que residen de forma permanente en Marruecos, pero también cientos de turistas en este fin de semana de septiembre. Por supuesto, también en Marrakech. El viernes, pasadas las once de la noche, el terremoto les sorprendió. Varios han contado a ‘Cuatro al día’ cómo vivieron esos 30 segundos de temblor que se hicieron interminables.
Magui estaba entrando en la medina de Marrakech cuando le sorprendió el terremoto. “La gente corría, era una avalancha, pánico, descontrol, ataques de ansiedad y hemos visto con nuestros ojos cómo caía el minarete de la mezquita”, dice.
Bruno, dueño del hotel donde se aloja Magui, se estaba yendo a la cama. “Estaba caminando con mi prima y socia, cuando, de repente, digo ‘Inés, qué estás haciendo, qué pasa?’”, recuerda. “El muro se empezaba a volver hacia nosotros, muchísimo ruido de ventanas, hasta que al final mi prima Inés como perdió pie dijo ‘Bruno, que esto es un terremoto’”.
Entonces, explica, que fueron a avisar a todo el mundo para que se saliesen de las habitaciones y asegura que han tenido que dar tranquilizantes a mucha gente de los nervios.
Anhely y César ya estaban durmiendo. “Salimos con lo puesto, con el pijama, a la calle, hemos pasado toda la noche fuera, al raso”, dicen.
Giovanni y Ane tomaban algo en la tercera planta de una cafetería: “Las sillas moviéndose, las mesas se movían solas, las cosas de encima de las mesas se caían y por las escaleras yo me acuerdo todavía de estar bajando por las escaleras hacia abajo y seguía temblando la tierra y la gente me empujaba. Yo entré en pánico y en histeria. Le miré, me miró y me dijo ‘Ane, corre, porque estamos en lo alto del edificio y nos vamos a caer con él”.
Hoy se recuperan del susto y piensan en volver cuanto antes a España. Su vuelo sale a las 9:30 y, de momento, no está cancelado, aunque están pendientes en todo momento.