A tan sólo 22 días de los comicios generales que se celebrarán el domingo 23 de julio, los pactos territoriales entre PP y Vox que van jalonando la precampaña electoral cuentan con la bendición de sus votantes, según un sondeo de GAD3.
Un 71% de los electores del PP y un 94% de los de Vox respaldan esta fórmula si es necesaria para gobernar España. Así lo indica la encuesta realizada para el diario digital NIUS que refleja, por contra, un rechazo casi absoluto, superior al 90%, entre los simpatizantes de PSOE y Sumar.
Ese hipotético ejecutivo de coalición de la derecha y la extrema derecha es, según publica NIUS, el cuarto preferido por los españoles. Eso sí, antes se decantan por uno en solitario del PP, seguido por uno de PSOE y Sumar o un tercero de Pedro Sánchez en solitario.
Como se aprecia en dicha encuesta, ni el rocambolesco acuerdo de PP y Vox en Extremadura erosiona la firmeza de sus votantes. María Guardiola, candidata 'popular' a la Presidencia de la Junta, rechazaba hace tan sólo diez días gobernar con Vox.
Tras la reciente firma del acuerdo con la formación presidida por Santiago Abascal, Guardiola puntualizaba que "pongo mi palabra por detrás del interés de los extremeños". A cambio, Vox se queda con la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural y 60 medidas y el partido de Alberto Núñez Feijóo se hace con otra región.
El PP también se ha quedado sin la Presidencia de la Asamblea extremeña, en favor de los socialistas. El rapapolvo recibido por Guardiola por parte de los suyos por su frontal oposición a Vox ha obrado el milagro.
A Castilla y León se suman ahora la Comunidad Valenciana y Extremadura como nuevos fortines autonómicos en manos del PP en coalición con Vox. En Baleares y Aragón, los 'populares' han cedido las presidencias de sus respectivos parlamentos parta allanar el camino de sus candidatos.
Por otra parte, el actual ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, afirma que "es una evidencia" que toda España "está viendo" que "el Partido Popular y el señor Feijóo están en manos de Vox".
En Aragón, Jorge Azcón busca el 'sí' o la abstención de los siete diputados de Vox, que habría de sumar a los de Teruel Existe y el PAR. El tiempo se agota. El jueves que viene debe estar claro el candidato para la investidura.
El PP insiste en gobernar en solitario, siguiendo el modelo balear de Marga Prohens, que esta semana se aseguraba la Presidencia a cambio de 110 medidas pactadas con los de Abascal. Una relación que está dando presidencias a los de Feijóo, sí, pero también no pocos quebraderos de cabeza.
"Tenemos toda la esperanza puesta en un Gobierno que va a apostar por las libertades, por la libertad lingüística en primer lugar y por la libertad de los padres para educar a sus hijos conforme a sus convicciones", subraya el líder nacional de Vox.
Freno, por tanto, al bilingüismo y al pin parental y veto a la bandera LGTBI en edificios oficiales en la semana del Orgullo. "Se está diciendo algo muy peligroso y es que esas zonas ya no son seguras", manifiesta Sánchez.
Y negación de la violencia de género. Borja Sémper, portavoz de la campaña electoral del PP, explica que "es verdad que hay un discurso que pretende diluir lo concreto de la violencia contra la mujer hablando de otro tipo de violencia. Pero consideramos que no sólo es perfectamente compatible, sino que no excluye, no debe excluir, la lucha concreta y expresa en este caso en la defensa de la dignidad de la mujer".
Puntos incómodos para un PP que torea como puede a tres semanas de las urnas. Ahora, el último escollo está en la Región de Murcia. Fernando López-Miras está dispuesto a la repetición electoral si Vox no facilita su mandato en solitario.