Nuestro viaje en un submarino: de cómo se amarran los torpedos a la importancia del silencio
Recuperamos la travesía que hicimos en el sumergible Mistral de la Armada española para explicar algunas claves de lo que sucedió con el Titán
En un submarino se tiene muy claro el límite de profundidad y la gran carena, la revisión en dique seco
La implosión del Titán a unos cientos de kilómetros de distancia
Para saber cómo funciona el fondo del mar les ofrecemos un resumen la travesía que hizo este programa a bordo de un submarino. En el vídeo, que se ve clicando dentro de la imagen descubrirá desde cómo se amarran los torpedos a la importancia del silencio para no ser detectados por el enemigo.
El agua transmite muy bien el sonido a 1500 metros por segundo cuatro veces más rápido que el aire. Aquí abajo, nuestros ojos son los oídos, por eso se puede identificar los barcos que tenemos encima: por el ruido amplificado de su motor es lo que se denomina firma acústica. De hecho, bajo el mar hay una tremenda contaminación acústica: motores de barcos, perforaciones, etc. Nuestro tímpano no está preparado para que cuando nos metemos en el agua escuchar todo eso, solo percibe un 10% de sonido bajo el agua. En cambio, sí lo perciben ballenas, delfines y más animales marinos que guían por el eco de su sonido, por eso el exceso de ruido los confunden y los pierden, algunos hasta se quedan sordos. Por tanto, no extraña que se escuchase la implosión del Titán a unos cientos de kilómetros de distancia y es que un fuerte ruido puede ser detectado a miles de kilómetros.
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En el vídeo podrá ver cómo fue la implosión del sumergible Titán. Fue como si pinchase un globo de aire bajo el agua. A 3.800 metros de profundidad son 3.800 toneladas de agua (un metro cúbico de agua pesa una tonelada) empujando al casco, como una prensa, pero en todas las direcciones así que una fisura en el caso es como pueden ver en el video, un pinchazo que en cuestión de milisegundos lo hizo desaparecer.
Por eso en un submarino se tiene muy claro el límite de profundidad. Donde bajó el Titan no van ni los submarinos nucleares, los más potentes que hay. Conforme fueran descendiendo la presión sería tal que el casco de acero se aplastaría. Otro de los puntos claves es la gran carena. Es la revisión en dique seco de la embarcación y que puede durar 5 años. Ahí se hacen mejoras y se revisan cada tuerta del sumergible. Como si fuera una brutal Itv para que nunca pase lo que le pudo ocurrir al Titán.