La de forjador artesanal de cuchillos era una profesión casi en extinción hasta que una nueva y joven generación de herreros, inspirados en un programa de televisión, ha empezado a renovar el oficio. Es el caso de Carlos Sanz, de Aceros Valhalla. Él ha cambiado su vida radicalmente para dedicarla a la fragua, al yunque y al fuego, poniendo en cada cuchillo una parte de él.