Arranca otra semana intensa para la izquierda. El acuerdo de coalición de Sumar echa a andar con dos retos importantes. El primero es acabar de cerrar las listas, un asunto especialmente doloroso para Podemos. Las únicas caras conocidas del partido que han conseguido un puesto con posibilidades de salir son la secretaria general Ione Belarra y la secretaria de organización, Lilith Verstrynge. El portavoz Pablo Echenique y la ministra de Igualdad, Irene Montero, se han quedado fuera. El partido insiste en seguir negociando, porque el plazo para inscribir las listas acaba el 19 de junio. Desde Sumar, sin embargo, dan por cerrada las conversaciones.
El segundo reto es organizar una campaña en la que quienes se han enfrentado públicamente compartan escenario. Madrid es un buen ejemplo de las dificultades que se van a encontrar. Según se establece en el pacto de coalición de Sumar, la campaña la dirigirán a medias entre el partido de Yolanda Díaz y Más Madrid. Eso significa que la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, que va en esa lista electoral, tendrá que ponerse a las órdenes de Díaz e Íñigo Errejón.