La Real Federación Española de Fútbol (RFEF), LaLiga y el Consejo Superior de Deportes (CSD) han lanzado una campaña de concienciación para tratar de erradicar el racismo en los estadios de fútbol, después de los insultos proferidos el pasado domingo en Mestalla contra el brasileño Vinícius Júnior en el encuentro entre el Valencia y el Real Madrid.
Bajo los lemas 'Racistas, fuera del fútbol' y 'Juntos contra el racismo', dicha iniciativa pretende unir la fuerza de instituciones, clubes, deportistas y aficionados con el objetivo de eliminar por completo esta lacra, y a quienes la protagonizan, en el fútbol español. Las sanciones por este tipo de comportamientos han aumentado casi un 40% en las últimas temporadas.
La campaña, además de apreciarse en la señal de retransmisión de todos los partidos a nivel nacional e internacional, en la denominada mosca televisiva, también estará presente en los estadios a través de folletos informativos para los aficionados. Del mismo modo, se podrá ver también en los brazaletes de los jugadores y en las pancartas que portarán los futbolistas titulares.
Además, una de las acciones será la colocación de una lona en el terreno de juego, antes del inicio del choque, con el mensaje 'Racistas, fuera del fútbol', que será sostenida por los miembros de ambos equipos y por los colegiados.
Benjamín Zarandona, exfutbolista, denuncia que, desgraciadamente, es algo que viene de lejos. "Es lo que hemos estado viviendo, durante muchísimos años, muchos jugadores de raza negra en todas las categorías", señala.
David Moscoso, catedrático de sociología en la Universidad de Córdoba (UCO), asegura explica que "no se insulta sólo a las personas por su color de piel, sino también a los árbitros, a los jueces de línea y a las directivas. Son una especie de leviatán". Y añade que "creo que la clase política se siente muy incómoda de interferir en los asuntos que consideran internos del propio fútbol".
El entrenador del Fútbol Club Barcelona, Xavi Hernández, también se ha mostrado esta semana contundente en su mensaje: "Es momento de parar todo esto. Insulto, fuera. No se juega".
Sin embargo, la realidad contradice la visión gubernamental acerca del problema. "Somos antiracistas. En España se persiguen y se castigan", afirma la portavoz del Ejecutivo central, Isabel Rodríguez.
La comisión estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte concluye que "se estima necesaria una mayor implicación de las instituciones" porque se observan "carencias importantes en la aplicación firme de imposición de sanciones". Es decir, que en la mayoría de las ocasiones no se llevan a efecto y sirven así de amparo, destacan, al reincidente.
El presidente de la RFEF, Luis Rubiales, ha manifestado que "lo primero es reconocer que tenemos un problema en nuestro país, de comportamiento, de educación y de racismo". Y también de unidad entre los organismos competentes, como ha apuntado Javier Tebas, mandatario de LaLiga.
Moscoso resume bien en pocas palabras la situación: "España no es un país racista, pero tiene un problema con el racismo. No se están aplicando adecuadamente las herramientas que existen".