En Oviedo, aún con el impacto de la muerte de las mellizas que cayeron desde un sexto piso los investigadores se centran en los cuadernos y dispositivos de las niñas para encontrar respuestas. Anastasia y Alejandra era unas niñas integradas, educadas y con un español perfecto.
Llevaban dos años en Oviedo desde que su padre Igor decidió emigrar junto a toda la familia desde Rusia por su oposición al gobierno de Putin. Dos niñas normales, preadolescentes, aseguran quienes las conocían.
Nadie entiende qué llevó a las mellizas de tan solo 12 años a tomar tan drástica decisión. La Policía se centra en su entorno familiar y en el escolar y rastrean los teléfonos móviles.
Aunque no dejaron nota de despedida, según informa hoy el periódico 'La Nueva España' que cita a fuente policiales, los investigadores encontraron en su habitación dibujos y escritos sobre el suicidio. Aseguran, además, que hace una semana las pequeñas comunicaron al colegio que no irían al viaje de fin de curso planeado para el próximo martes. Ese viaje por el que aseguran sus allegados vendían hasta hace poco papeletas para ayudar a sufragarlo.