La plataforma de afectados por la ocupación cuenta con unos 2.500 miembros, aunque estiman que hay mas de 80.000 casos en España como el de Flori. El ministerio de derechos sociales no aporta cifras oficiales pero considera que son casos puntuales.
Flori su piso se encontró su piso destrozado cuando logró recuperarlo: Pintadas en las paredes y el suelo y destrozos y muebles desaparecidos vendidos en Wallapop. Flori lo había alquilado pero cuando finalizó el contrato el inquilino dejó las llaves a su pareja y se marchó, pero ella se quedó.
La mujer la llamó y le dijo que se quedaba y que no iba a pagar. Flori lo denunció pero el procedimiento se iba a demorar durante meses. Contó su caso en la televisión de Lebrija y así logró que la mujer se marchara.
Ahora a ella, desempleada y a su marido, que recibe una pensión por discapacidad, les han dejado una deuda de 17.000 euros, incluidos los muebles que la ocupa vendió en Wallapop.
El constructor de Majadahonda cuando quiso desalojar su edificio de viviendas llamó a una empresa de desocupación. Los abogados que llevan estos casos aseguran que tienen clientes que prefieren recurrir a este método coercitivo que roza la ilegalidad y no ofrece garantías, ante las demoras a las que se enfrentan por la vía judicial por los retrasos que hay en los juzgados.
Desde 2020 el decreto anti desahucios impide los levantamientos a personas vulnerables por impagos, sin amparar al pequeño propietario. Los afectados piden que el estado asuma las rentas no pagadas.