Al menos 11 personas han muerto y 21 han resultado heridas durante un ataque con misiles rusos en la localidad ucraniana de Sloviansk, en la región oriental de Donetsk. Mientras tanto, medio centenar de personas continúan trabajando sin descanso para encontrar más víctimas civiles entre los escombros.
Una de los fallecidos es un niño de dos años que fue rescatado con vida pero que murió de camino al hospital. El Servicio Estatal de Emergencias ha indicado que "bajo los escombros todavía quedan personas desaparecidas". Su portavoz, Vadim Liaj, ha puntualizado que "no tenemos información sobre los residentes de tres apartamentos más".
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha condenado el ataque. "Los ocupantes han bombardeado brutalmente la ciudad. El estado maligno ha demostrado una vez más cuál es su esencia. Matar a gente a pleno día y destruir todo ser viviente", ha reprochado.
"Según datos preliminares, se utilizaron misiles S-300. Cinco edificios de gran altura, cinco casas particulares, una tienda, un centro de negocios, un club recreativo y tres automóviles han resultado dañados", ha informado el jefe de la administración militar regional ucraniana, Pavlo Kirilenko, según ha recogido la agencia de noticias UNIAN.
Sloviansk sufrió en la víspera una serie de bombardeos rusos contra infraestructura civil. Uno de los proyectiles impactó en el patio de una escuela, según denunciaron las autoridades ucranianas regionales, ha recogido la agencia de noticias Ukrinform.
Las Fuerzas Armadas ucranianas han informado este sábado de que en las últimas 24 horas han repelido más de 50 ataques rusos, principalmente en las localidades de Liman, Bajmut, Avdiivka y Marinka, en la región de Donetsk. Además han lanzado hasta trece misiles contra Sloviansk y Kramatorsk.
Además, el Ejército ucraniano ha denunciado que los militares rusos están "saqueando" las zonas ocupadas en el sur de la región y han bombardeado transformadores eléctricos para provocar apagones en la provincia de Jersón.