Al menos 14 personas han muerto y más de 300 han resultado heridas como consecuencia del terremoto de 6,7 de magnitud en la escala de Richter que ha sacudido este sábado la costa del Pacífico ecuatoriano, cerca de la frontera con Perú.
La Secretaría de Gestión de Riesgos del Gobierno ecuatoriano ha confirmado por el momento once fallecidos en la provincia de El Oro y dos en la provincia de Azuay. El Ministerio de Salud Pública ha informado de que hasta el momento se ha atendido a 381 personas en los centros sanitarios, estando el mayor número de heridos en el cantón de El Pasaje, en El Oro.
La Secretaría ha informado además de que 90 viviendas se han visto dañadas, otras 44 han quedado destruidas y hay 31 centros de salud y 50 centros educativos afectados, además de un puente y varios edificios de carácter público y privado.
En la Isla Puná, junto a la costa de Guayaquil, la Corporación Eléctrica del Ecuador ha informado de un corte de energía, debido a que una casa que ha quedado dañada corre riesgo de desplomarse sobre las principales líneas de la central térmica de la isla. Para poder trabajar en la zona y evitar daños mayores, el Cuerpo de Bomberos y la Corporación Eléctrica han solicitado el corte de la electricidad de la central durante las dos horas que duren sus operaciones.
Algunas carreteras, entre ellas la que conecta Cuenca y Molleturo, han quedado inutilizadas por corrimientos de tierra a consecuencia del seísmo, y desde el Gobierno han informado de que los trabajos para despejarlas se alargarán durante más de doce horas.