Tras lograr el envío de blindados, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski reclama ahora aviones de combate. Se trata de una escalada peligrosa para el mundo, pero muy rentable para la industria militar
Las empresas fabricantes de esos aparatos podrían ser las próximas beneficiadas en Bolsa tras marcar máximos la armamentística alemana Rheinmetall, fabricante de los Leopard.
Hasta ahora las firmas que han dado mayores pelotazos en Bolsa son las armamentísticas que han suministrado material bélico a Ucrania, la mayoría estadounidenses. Se trata de las mayores compañías mundiales del sector como Lockheed Martin, Raytheon, BAE Systems o Northrop Group. Cada proyectil, cada ofensiva deja pérdida de vidas, dolor y destrucción. Pero en paralelo a esta realidad, existe otra muy distinta: la del negocio.
El Javelin ha sido el arma estrella al inicio de la invasión, el misil antitanque símbolo de la resistencia ucraniana. Su principal fabricante, la compañía Raytheon, multiplica sus ingresos.
En España, las dos únicas empresas del sector que cotizan en Bolsa son Indra y Airbus. De momento no han visto aumentar sus beneficios por la guerra. Pero la industria de defensa tiene buenas perspectivas. España se ha comprometido a duplicar su gasto militar en esta década hasta alcanzar el 2% del PIB.
“La seguridad existe pero hay que defenderla y la ciudadanía cada vez es más consciente de ello”, asegura Luis Furnells, presidente ejecutivo del Grupo Oesía, multinacional española cuya facturación depende en un 40 por ciento del sector de la defensa.