El reto del lenguaje claro: cómo se consiguió que se entendieran las multas
Las comunicaciones oficiales son a menudo muy difíciles de entender
La experta en comunicación política Marcela Pradenas intenta contribuir a solucionar este problema
Cualquiera que haya recibido una comunicación oficial lo habrá comprobado: el lenguaje claro es una asignatura pendiente de las administraciones.
En la agencia de comunicación Prodigioso Volcán han recibido algunos encargos en este sentido. El ayuntamiento de Madrid les contactó porque los ciudadanos no entendían las multas. Lo primero que hicieron es cambiar el título: sustituyeron "Expediente de infracción e incoación de expediente sancionador" por una palabra mucho más comprensible: "Multa". A partir de ahí, le dieron la vuelta al documento. "Los funcionarios quieren ser más claros pero no tienen mecanismos para cambiar las cosas", asegura su director, Mario Tascón.
La experta en comunicación política Marcela Pradenas intenta contribuir a solucionar este problema enseñando a los funcionarios a hablar y escribir para que los ciudadanos les entiendan. "La fórmula es simple: sujeto, verbo y predicado", asegura.