La aplicación de la nueva ley del sí es sí está teniendo como consecuencia, de momento, una quincena de reducciones de penas e incluso cinco puestas en libertad de condenados por agresiones y abusos sexuales. Según la ministra de Igualdad, Irene Montero, impulsora de esa ley, los jueces lo hacen por ser machistas, lo que ha provocado una contundente reacción por parte de la judicatura, pero también de los colectivos feministas, que se quejan de que la nueva norma esté suponiendo, de facto, rebaja de penas y algunas excarcelaciones. ¿Pero cómo pudo pasar algo así con una ley de un gobierno? Fueron muchos los avisos de que podría haber reducciones de penas obligadas, aunque hay también lugar para la interpretación jurídica, y ahí es donde el Ejecutivo espera que el Supremo aclare las cosas y siente doctrina.