Las autoridades indonesias han rectificado por un error de recuento la cifra de muertos en la tragedia ocurrida en el estadio de Kanjuruhan, en la región javanesa de Malaing, donde han muerto al menos 125 personas por una invasión de campo y la posterior estampida humana provocada por la respuesta policial durante el encuentro que disputaban el Arema FC y el Persebaya Surabaya.
El exceso de muertos se debió a que algunos cuerpos fueron contados más de una vez, ha explicado el jefe de la Policía nacional, el general Listyo Sigit Prabowo. "Según la verificación de la unidad de identificación de víctimas de desastres de la Policía y la oficina de Salud, el número de fallecidos es de 125", ha puntualizado.
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, ha dado orden de suspender todos los partidos de la liga nacional hasta que no se aclare lo que ha descrito como una "verdadera tragedia humanitaria". "Esto no se puede repetir en el futuro", ha añadido el mandatario durante una comparecencia ante la nación.
"Pido a las fuerzas de seguridad, y muy especialmente a la Jefatura de Policía, que investiguen inmediatamente lo que ha ocurrido", ha manifestado.
Por su parte, la Federación de Fútbol indonesia (PSSI) ha manifestado que "lamenta las acciones de los fanáticos" y ha informado de que ha formado un equipo de investigación que se ha trasladado hasta la ciudad de Malang donde se sitúa el estadio.
Además, la PSSI ha señalado que apoya a la Policía en la investigación del caso y ha asegurado que este incidente "está manchando la cara del fútbol indonesio".
"Por el momento, detendremos la competición de la Liga 1 2022/2023 durante una semana. Además, el equipo Arema FC tiene prohibido ser anfitrión por el resto de la competición esta temporada", ha señalado la federación en una nota de prensa.