Cruz García apagó en 2009 su móvil. Tenía que cambiar de compañía y decidió retrasar el momento y vivir una temporada sin teléfono. Entonces tenía 26 años. No volvió a tener móvil hasta que cumplió 39, y por una razón práctica: abrió un negocio de diseño de joyas en A Coruña y quería estar más localizable.
En los 13 años que hay entre los dos momentos, Cruz se ha comunicado a través de cabinas, locutorios y teléfonos de amigos. Ahora que tiene su propio móvil pero asegura que casi no lo usa: "Nunca lo saco cuando estoy esperando, o en el tren. No entiendo la gente que lo usa para grabar un concierto. Tampoco lo utilizo cuando estoy con gente o en una cena", asegura