La parte baja de Tarragona ha sido una de las zonas más afectada por las graves lluvias que han caído sobre la provincia. Las calles parecían torrentes y en el barrio marinero del Serrallo los coches eran arrastrados por la fuerza del agua. También se inundó el Hospital de Santa Tecla, aunque la atención a los pacientes no se ha visto afectada. Llegaron a caer más de 100 litros por metro cuadrado. Lo que ha comportado incluso algún desprendimiento, como el de una escuela.
Hoy, los vecinos trabajan para limpiar las zonas inundadas y arreglar los desperfectos. No hay constancia de heridos, pero sí de cuantiosos daños materiales. Durante las próximas horas seguirá lloviendo, pero con menor intensidad.
Las carreteras cortadas por las fuertes precipitaciones caídas ayer en la provincia de Tarragona se han reabierto progresivamente a lo largo de esta madrugada y la circulación de trenes que quedó interrumpida se ha retomado esta mañana, sin que se hayan de lamentar daños personales, han informado a EFE fuentes de Protección Civil.
El Servei Català de Trànsit ha informado de que en las últimas horas se han reabierto al tráfico la autopista A-7, la carretera nacional N-340 y la C-31b, que quedaron inundadas en la tarde de ayer sobre todo en la zona de Vila-seca y Altafulla. Fuentes de Renfe, por su parte, han indicado a EFE que se ha restablecido la circulación de los trenes de Cercanías de las líneas R14, R15 y R16, que estuvo cortada ayer al caer un árbol en la catenaria en el tramo de vías comprendido entre Vila-seca y Tarragona.
"Todos los trenes funcionan con normalidad esta mañana, aunque puntualmente se puede registrar algún retraso", han puntualizado las citadas fuentes. Protección Civil, por su parte, ha indicado que desde ayer y hasta primera hora de la mañana de hoy, el teléfono de emergencias de 112 ha recibido 973 llamadas para informar de 586 incidencias.
La mayoría de las llamadas (508) se recibieron desde Tarragona, mientras que desde Salou se atendieron 96, y desde Vila-seca, 93. Fuentes de Protección Civil han explicado que las precipitaciones hicieron crecer anoche súbitamente el caudal de rieras y ríos, pero que la situación se ha ido normalizando durante la noche.
Los embalses, casi vacíos a causa de la sequía, y la sequedad del terreno en el entorno de las rieras han propiciado, según las citadas fuentes, que todo el agua caída pudiera ser almacenada o absorbida por la tierra, lo que hace prever que no crecerán de nuevo durante esta mañana.
Esta mañana se reunirá de nuevo el comité técnico de emergencias de Protección Civil y posiblemente levantará la alerta del plan INUNCAT una vez pasada la tormenta, que este sábado está llegando a las islas Baleares y que durante la noche ha descargado con fuerza sobre el mar.
La ciudad de Tarragona, entre tanto, trabaja esta mañana en reparar los daños causados por las inundaciones de ayer y el ayuntamiento estudia qué agenda de las fiestas locales, Santa Tecla, se mantiene para este sábado en función de las previsiones del tiempo.