Cuando se hace una autofoto con su teléfono su mundo se reduce a los centímetros que ve en la pantalla sin prestar atención en todo lo demás, empezando por donde pone los pies y que le puede llevar a una caída mortal. No hay estadísticas fiables sobre el número de personas que han fallecido por selfis, algunas hablan de más trescientas anuales en todo el mundo. Pese a que son muchas más las que se quedan sin contabilizar, lo cierto que es una forma estúpida de morir. Esta misma semana, Andrea Mazzetto, un italiano de 30 años, fallecía al caerse de un barranco al intentar recuperar el móvil de su novia cuando se hacía selfis. Tras morir, ésta publicaba en una red social: “Nuestra maldita ultima foto”. Tomada en el lugar en el cayó.
Sin embargo, la mayoría de accidentes por tomar selfis se reducen a heridos. Por ejemplo, este verano un turista norteamericano al caerse en el Vesubio en Italia, un joven desde un cuarto piso en Jávea (Valencia), una pareja en un barranco en Almería…De hecho, tras los recientes incendios en Valencia, las autoridades advirtieron del peligro de hacerse selfis en las zonas quemadas por peligro de hundimientos o caídas de ramas. En cualquier caso, estas fotos arriesgadas muestran el deseo de llamar la atención, como la joven portuguesa que bailaba para la red social Tiktok mientras a su espalda se veía como ardían sus montes. Para la doctora en psicología Marta de Prado las personas que continuamente se están haciendo autofotos “suele ser un perfil de persona con baja autoestima que la compensa con una sobrexposición permanente en la búsqueda de ‘likes’, de los “me gusta” de las redes sociales. En algunos casos, puede llevarle a tomar fotografías cada vez más arriesgadas.” Una de las claves para saber cuándo una persona ha cruzado la línea con las autofotos es, como señala De Prado, “prestar atención a lo que nos dice la familia o amigos. Si nos advierten de que pasamos mucho tiempo tomando autofotos y que tengamos cuidado porque son muy arriesgadas, lo normal es que tengan razón”. Así pues, preste atención a la gente que le rodea y no los ‘likes’ o ‘me gusta’ de las redes sociales.