La guerra sigue en Ucrania y la tensión ahora se centra en el sur del país. Se teme una gran ofensiva contra la ciudad de Mikolaiv, que sufre un toque de queda hasta el lunes y lleva días siendo objeto de intensos bombardeos por parte del ejército ruso. Un ejemplo de esas bombas de racimo que han caído lo ha comprobar nuestro reportero de Cuatro al Día Marcos Méndez.
El reportero ha podido comprobar los bombardeos constantes en la localidad. Esas bombas de racimo llevan metralla que al explotar sale disparada en todas direcciones y causa daños indiscriminadamente. Ante esta situación, las autoridades han impuesto un toque de queda que tienen que cumplir hasta los periodistas.
Con esta situación se cumplen ya 164 días. La región de Donestk sigue siendo el lugar donde Rusia concentra su ofensiva. Los tanques rusos hace tiempo que tomaron la vecina Lugasnk y Doneskt es el último obstáculo en el camino de Vladímir Putin para tomar todo el Dombás en el este del país.
En el norte, las tropas ucranianas han lanzado una contraofensiva en los alrededores de Jerson, la segunda cuidad más grande de ucrania, pero en las últimas horas, todos los ojos están puestos en la central nuclear de Zaporiya, donde varias naves cercanas a uno de los reactores nucleares han resultado dañadas durante un ataque.