Un tipo de agresiones, de momento sin consecuencias graves, se están extendiendo cada vez más y comienzan a generar cierta psicosis en las noches de ocio. Son las agresiones con pinchazos a mujeres en los que supuestamente se inocula algún tipo de droga que genera mareos y aturdimiento a las víctimas. La mayoría de las denuncias han tenido lugar en la localidad gerundense de Lloret de Mar.
En dicho municipio de la Costa Brava, los Mossos investigan 12 de los 18 casos reportados en Cataluña. La mayoría son víctimas jóvenes. De momento, no existe ninguna denuncia de agresión sexual o abuso tras los pinchazos.
Sara Juan, camarera de la discoteca Londoner, asegura que "es bastante preocupante porque hay mucha gente, hay mucho movimiento" y reconoce que "las chicas están asustadas". Otra joven afirma que son de Bilbao y nos avisan de que "allí también está pasando".
Por eso, algunos locales nocturnos han instaurado un protocolo de actuación ante la sospecha de un caso nuevo. "Se actúa de forma tranquila y discreta para poder cazar a la persona que ha pinchado a las chicas. Avisamos a los miembros de seguridad, estos al director y el director avisa a los Mossos", explica Sara. Los agentes han desplegado varias furgonetas en la zona de las discotecas.
Este protocolo se suma a las precauciones personales. Algunas jóvenes apuestan por "ir juntas y nunca quedarnos solas". De momento, no se tiene constancia de que alguno de los pinchazos haya estado asociados a delitos posteriores de violencia sexual, hurto o robo.
Tampoco se ha conseguido detener a ningún sospechoso ni detectar las jeringuillas con las que presuntamente entran a los locales. Es más, también se desconoce la sustancia con la que pinchan a las víctimas. Algunos médicos, ante ciertos síntomas, indican que podría tratarse de burundanga, pero falta el resultado de los análisis. Y es que es difícil de analizar porque la sustancia desaparece del cuerpo a las pocas horas.
La consellera de Igualdad y Feminismos de la Generalitat, Tània Verge, ha pedido "mantener la calma" y poner en práctica lo que ha calificado de cuidado colectivo ante el aumento de pinchazos en discotecas de Cataluña.
En un tuit, la consellera ha informado de que el Govern ha actualizado los protocolos sanitarios para atender a las víctimas y ha intensificado la vigilancia policial.
A su vez, ha llamado a la responsabilidad a la hora de informar sobre los hechos, preservando la libertad sexual y no crear "un clima de terror sexual", huyendo de mensajes informativos alarmantes, morbosos y que responsabilicen a las víctimas.