Los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992 fue el evento más importante que jamás ha organizado nuestro país y un éxito indiscutible desde todos los puntos de vista: deportivo, social, de imagen internacional, de colaboración entre administraciones y de euforia entre los habitantes y los voluntarios de la ciudad. Y todo bajo los acordes de una canción de Los Manolos que fue toda una declaración de principios.