En la provincia extremeña de Cáceres, el incendio originado en Las Hurdes cumple seis días sin ser controlado, tiempo en el que ha calcinado más de 6.000 hectáreas. El fuego, que se propagó a Salamanca, amenaza ahora al paraje natural de Las Batuecas.
Las noticias que llegan desde el municipio salmantino de El Maíllo dan lugar a la esperanza, aunque todavía existe cierta inestabilidad. Allí, las llamas se reactivaron durante la tarde de ayer. Las tareas de extinción a lo largo de la pasada noche han conseguido crear cortafuegos que han estabilizado la situación.
Por ello, en estos momentos tan solo hay algunas columnas de humo. Eso sí, aún se mantiene la precaución y el desalojo de tres pueblos en la vertiente de Castilla y León: Monsagro, Morasverdes y Guadapero.
Los vecinos de Morasverdes han expresado su malestar porque a las 15:00 horas de este sábado regresaban a sus viviendas después de que les dieran permiso pero, tan solo una hora más tarde, se declaraba un nuevo foco a escasos dos kilómetros de su pueblo. Debida a la densidad del humo, la Guardia Civil les ha recomendado que no salgan de sus casas.
En la parte de Extremadura son siete los municipios que continúan desalojados, aunque la Unidad Militar de Emergencias (UME) ha empezado a replegar su dispositivo.
De momento, las condiciones climáticas continúan siendo preocupantes. Hay mucho viento y altas temperaturas, por lo que el fuego en ambas provincias se encuentran en nivel 2 de peligrosidad.
Juan Carlos Suárez-Quiñones, consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, ha explicado a los medios de comunicación que los vecinos que han sido evacuados de sus viviendas se encuentran "bien atendidos en Ciudad Rodrigo por Protección Civil", donde también disponen de ayuda psicológica.
Los medios aéreos han podido unirse en la mañana de este sábado a la lucha contra las llamas, donde se emplean once unidades de tierra. Se ha constituido un mando unificado de extinción para coordinar los incendios de ambas partes.
Hasta el puesto de control se ha trasladado el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien ha trasladado su agradecimiento "a todos los medios personales" que trabajan en "una situación compleja".
Este es uno de la treintena de incendios que han llegado a estar activos en Castilla y León, de los que quedan ahora en torno a una docena. Los más graves se encuentran repartidos por las provincias de Zamora, Segovia, Ávila y León, lo que supone una auténtica locura para los equipos que luchan para su extinción. No obstante, la situación es mucho mejor que la de este viernes.
El que más preocupaba era el del municipio segoviana de Navafría, pero esta tarde ha evolucionado favorablemente, aunque hay 200 vecinos que continúan sin poder volver a sus hogares y más de 1.000 hectáreas calcinadas. Los que estaban en Zamora han bajado a nivel 1.
Este sábado se ha declarado otro nuevo fuego en la localidad abulense de Cebreros que está avanzando muy rápidamente y que ya pasado a nivel 1 de peligrosidad.