Fueron las 48 horas más crueles y agónicas que vivó España bajo el yugo de ETA. Mañana se cumple el 25 aniversario del secuestro de un joven concejal de Ermua de 29 años que, dos días después, era asesinado por la banda terrorista cuando se cumplió el ultimátum, el chantaje dado al Estado para que acercara a los presos. Sin embargo, el espíritu de Ermua que nació en toda la sociedad española tras ese crimen, parece hoy enterrado en el olvido, al menos, entre los políticos.
El PP ataca a Sánchez por pactar con Bildu una ley de memoria que investigará violaciones de derechos humanos hasta el año 1983, ya con Felipe González en el Gobierno y que podría incluir victimas de los GAL. Hoy, ese ha sido el eje de los discursos de Alberto Núñez Feijóo y de José María Aznar que han sido muy críticos con Pedro Sánchez.
Flores sobre una silla vacía en la plaza San Pelayo, de Ermua. En la víspera del secuestro de Miguel Ángel Blanco hace 25 años, el PP se une en la localidad vizcaína para recordar al concejal asesinado por ETA. Espíritu conta el que atenta, aseguran los populares, la nueva ley de memoria democrática que prepara el Gobierno junto el PNV y Bildu. Ley que extiende el reconocimiento a las víctimas del franquismo hasta 1983. Algo indecente, según Aznar. Compromiso recogido por el actual presidente del PP para cuando llegue a la Moncloa.
Apelan a un nuevo PSOE como con el que compartieron el sufrimiento de la violencia etarra. Mañana es el acto de Estado, presidido por el rey, en memoria de Miguel Ángel Blanco. Finalmente, estará y hablará su hermana, Marimar, que ha denunciado estos días los intentos del alcalde socialista de Ermua por vetarla y censurarla.