Crece la indignación por el resultado dramático del salto a la valla de Melilla el pasado viernes que deja al menos 30 muertos, según las ONG, 23 fallecidos, según Rabat. Hoy ha habido protestas en distintas ciudades españolas convocadas por asociaciones antirracistas contra la actuación de la gendarmería marroquí y las declaraciones ayer del presidente Pedro Sánchez defendiéndola. Marruecos ha detenido este domingo a 59 inmigrantes cuando pretendían entrar en España por la valla fronteriza de Ceuta.
Por su parte, la Policía marroquí ha abortado los planes de otro grupo de inmigrantes subsaharianos que se preparaba para saltar la valla de Ceuta. Hoy, Bruselas ha respaldado los esfuerzos de España para proteger las fronteras de la Unión europea. En Madrid, esta tarde, cientos de personas han clamado contra lo ocurrido en Melilla y las políticas migratorias.
La comisaria de Interior de la UE, Ylva Johansson, ha expresado su preocupación por el asalto a la valla de Melilla del pasado viernes que se ha saldado con 23 muertos, según las cifras oficiales, y ha defendido la necesidad de responder a este tipo de ofensivas frente a una frontera internacional.
"Los acontecimientos de la frontera de Melilla son profundamente preocupantes. En primer lugar y más importante, por la pérdida de vidas humanas. En segundo, por el asalto violento, por la fuerza, a una frontera internacional que no se puede consentir", ha apuntado Johansson en Twitter.
Para la comisaria de Interior, "esta tragedia pone de manifiesto los motivos por los que necesitamos vías seguras, realistas y a largo plazo que minimicen los viajes desesperados y destinados al fracaso".