Comienza una semana de nervios en la mayoría de comunidades que realizarán los exámenes de selectividad. La comunidad que se ha adelantado ha sido La Rioja. Nuevamente, cada año vuelve la misma polémica. Pese a ser exámenes diferentes y, por tanto, con una dificultad variable todos pueden acceder a las mismas universidades lo que genera desconfianza entre estudiantes de diferentes autonomías que consideran que su examen es más difícil que el de otras.
Para empezar, cada comunidad le da un nombre que puede ser EvAU, PAU, ABAU, EBAU a lo que era el examen de selectividad. Su resultado es el 40% de nota para acceder a la universidad y otros centros públicos como las academias militares.
En una gran encuesta realizada en diferentes centros educativos de toda España nos encontramos que tantos profesores como alumnos coinciden en la necesidad de unificar criterios y hacer una prueba más homogénea. Así, en el caso de las comunidades con lengua cooficial se haría un examen propio para esa materia, pero para materias comunes como física o matemáticas sería hacerlo igual en todas comunidades.
La diferencia de prueba hace que los alumnos sientan que los de “fuera” de esa autonomía les “quitan” las plazas. Pese a esa unanimidad de la comunidad educativa nos encontramos que las diferencias de pruebas las impulsan dirigentes políticos que prefieren mantener esas diferencias, aunque hay otras como Madrid, Galicia o Castilla y León que prefieren unificar criterios en la prueba.
En cualquier caso, resulta llamativo que 17 autonomías sean incapaces que hacer una prueba homogénea mientras que a través del bachillerato internacional 5 500 colegios, 100 de ellos en España, de 160 países diferentes hagan la misma prueba el mismo día (respetando las 12 horas de diferencia).