Es la primera vez que se instala una capilla ardiente en el Congreso de los Diputados por alguien que no sea un Jefe de Estado. Alfredo Pérez Rubalcaba, que ha muerto en Madrid a causa de un ictus, será velado con todos los honores y reconocido como un hombre de estado que trabajó con pasión por la democracia en España. Toda la plana del Gobierno ha esperado a la llegada del coche fúnebre, que ha sido recibido con un sinfín de aplausos.