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Feijóo y Urkullu son imbatibles: Podemos se hunde, el PSOE se mantiene y el nacionalismo triunfa

  • El nacionalismo en Galicia y el País Vasco es el otro gran vencedor de estas elecciones

  • Feijóo logra su cuarta mayoría absoluta y Urkullu mejora resultados

  • Las Mareas desaparecen del parlamento gallego y Podemos se hunde en el País Vasco

Las elecciones de Galicia y País Vasco han dejado algunos titulares claros. Los gallegos y los vascos han apostado este domingo por la continuidad y mantendrán a Alberto Núñez Feijóo y a Íñigo Urkullu al frente de sus gobiernos, en una elecciones en las que el voto se ha concentrado, ha reforzado a los partidos de gobierno y ha apuntalado el nacionalismo.

Feijóo demuestra que es intocable, iguala a Fraga y se convierte en la sombra de Casado. Ha hecho su propia campaña, lejos del PP, no quiso ir de la mano de Ciudadanos y acertó. Hizo una campaña moderada y centrada. Y ha arrasado con 42 escaños y una cuarta mayoría absoluta. Feijóo vuelve a abrir el debate sobre su desembarco en la política nacional.

Urkullu, por su parte, gana por tercera vez y podrá seguir gobernando con el apoyo del PSE si, como se espera, elige esa opción. Y eso conllevará, previsiblemente, que el PNV siga siendo un apoyo habitual en el Congreso para el Gobierno, que pedirá sus votos para proyectos tan importantes como el de los presupuestos. Pero además hay un tercer ganador en ambas comunidades que no tiene nombre y apellidos pero sí distintas siglas: El nacionalismo. Así, el PNV aumenta su ventaja con tres escaños más que en 2016 y logra 31 y ve cómo Bildu se coloca justo detrás, como segunda fuerza en el País Vasco con 22 escaños. Y en Galicia el nacionalismo tradicional del BNG no sólo remonta, sino que logra su mejor resultado de la historia con 19 escaños y se coloca al frente de la oposición.

El gran perdedor de esta noche ha sido Podemos y así lo ha reconocido su líder que ha reconocido en su cuenta de Twitter que el espacio político que representa ha sufrido una derrota "sin paliativos".

El partido del vicepresidente segundo del Gobierno se ha llevado varapalo doble en esta cita con las urnas: en Galicia la coalición de Podemos con IU y Anova no ha logrado ni un escaño -cuando en 2016 las "mareas" tuvieron catorce- y en el País Vasco, donde concurre con IU también, pasa de once a seis diputados.

Mientras, el PSOE vive una noche agridulce, porque sube ligeramente -un escaño- en el País Vasco y se mantiene en Galicia, aunque ha sido "sorpassado" por el BNG. Además, el partido del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha logrado beneficiarse del descalabro de su socio en el Ejecutivo.

Casado tendrá que afrontar el retroceso de su partido en el País Vasco tras haber optado por Carlos Iturgaiz como candidato y apostar por la coalición con Ciudadanos. Se ha quedado con solo seis escaños, tres menos que en 2016. No parece que en el análisis de Iturgaiz haya sido muy autocrítico, pero su apuesta no es nada segura.

Y por la derecha, Vox entra en el Parlamento Vasco. Sólo ha necesitado algo más de 4.600 votos para hacerse con un escaño en la provincia de su líder, Santiago Abascal. La epidemia de coronavirus obligó a retrasar estas elecciones tres meses y ha marcado esta jornada electoral, como seguirá marcando la vida política gallega, vasca y española.