Adolfo Suárez fue el primer presidente de la democracia y el primero del bloque occidental en pisar Cuba. Su cometido: retomar vínculos con la isla comunista, después de la dictadura, con la Constitución aún por votar. Ocho años después, en 1986, aterrizó Felipe González en La Habana. Durante dos días lo buscaron sin éxito todos los periodistas, pasó 48 horas subido a un barco con Fidel Castro, Gabriel García Márquez y el novelista Bryce Echenique y reaparecieron en el cabaret Tropicana bronceados y rodeados de mucha pluma. Alegres, pero afinidad, la justa, González había renunciado al marxismo y acababa de meter a España en la OTAN. Aznar y el Rey volaron a La Habana en 1999, en el marco de una cumbre iberoamericana, no sin recelos por parte de Aznar. En el recuerdo un paseo por el casco viejo, Aznar, chaqueta al hombro, Fidel agasajó a Juan Carlos, la animadversión era recíproca entre Aznar y el comandante.