La 'terapia del Ibuprofeno' ya está dando dolores de cabeza al Gobierno y a media España
Noticias Cuatro
05/02/201920:04 h.Fue Josep Borrel, ministro de Exteriores, el que recurrió al término ‘terapia del ibuprofeno’ para intentar ilustrar de una forma peculiar la estrategia del Gobierno para mitigar o “desinflamar” la tensión existente ante el desafío independentista catalán.
La denominada ‘vía del diálogo’ era la ruta a retomar con el objetivo de desencallar una situación que, sin embargo, a lo largo de los últimos meses ha permanecido todavía más enquistada, si cabe.
Tras el apoyo a la moción de censura que propició que Sánchez se alzase con el poder, el independentismo esperaba “gestos” que en última instancia pasaban, directamente, por la liberación de los líderes independentistas encarcelados y una solución política al conflicto catalán. Ello llevó a Quim Torra, incluso, a amenazar públicamente a Sánchez exigiéndole una propuesta de referéndum. Era la prueba definitiva de que ninguna negociación iba a ser fácil para un Gobierno que desde el primer momento se ha fijado como objetivo conseguir la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2019, una cuestión para la que, precisamente, precisa el apoyo del bloque secesionista.
Órdago al Gobierno
Durante los últimos meses, y pese al encuentro entre Sánchez y Torra en Pedralbes el pasado diciembre, en el cual Gobierno y Govern apostaron por materializar un “diálogo efectivo” y una “solución política”, la realidad es que no se ha llegado a ningún lado en este sentido. Ninguna de las partes obtiene lo que persigue. Nada más lejos: al arrancar esta semana ERC y PDeCat anunciaban una enmienda a la totalidad de los Presupuestos, presentada como el enésimo pulso a Sánchez con el objetivo de presionar una vez más al Gobierno. Y con un órdago en la mesa amenazando las cuentas, el PSOE ha tenido que jugar sus cartas emitiendo una respuesta.
Ante la pretensión independentista de lograr una “mesa de diálogo” en la que participen partidos de ámbito estatal y partidos catalanes, en la que se hable del derecho de autodeterminación con “mediadores de perfil internacional”, ha sido la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, la que ha materializado el giro del Ejecutivo, –que siempre ha rechazado la necesidad de un mediador internacional–, para comunicar que el Gobierno acepta la presencia de un “coordinador” o “relator” en la mesa de diálogo sobre Cataluña, evitando así usar la palabra 'mediador', pues ello supondría reconocer que hay un conflicto internacional.
La terapia del ibuprofeno, con fecha de caducidad
Una decisión que no está exenta de cierta división en las filas socialistas, como ha dejado ver Josep Borrel, rescatando precisamente esa ‘terapia del ibuprofeno’ para reconocer que, “si el progreso se hace depender de condiciones imposibles” como se ha apuntado “hace unas horas” entonces, habrá que “suspender la terapia”.
No obstante, el ministro de Exteriores ha matizado, siguiendo con su metáfora, que es posible que el ibuprofeno no actúe “tan rápido” como lo hace en el cuerpo humano, defendiendo que, pese a que el diálogo aún no ha dado los resultados esperados, aún no ha llegado el momento de agotar esa vía.
“Determinados antiinflamatorios tienen efectos más lentos de lo previsto”, ha dicho, en alusión a esa terapia que no deja de dar dolores de cabeza al PSOE… y a media España.
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