Susana Díaz reunirá esta tarde, en sesión extraordinaria a su Consejo de Gobierno en el Palacio de San Telmo y firmará el decreto de disolución del Parlamento y de convocatoria de elecciones. Esta será la tercera ocasión en la que se adelanten comicios en Andalucía, puesto que ya ocurrió en el año 1996, cuando Manuel Chaves decidió adelantarlas dos años tras la denominada legislatura de la 'pinza' PP-IU, y en el año 2015, cuando Susana Díaz puso fin al gobierno de coalición con IU con un año de antelación.
El anuncio del adelanto electoral se produce un mes después de que Ciudadanos (Cs) diera por roto el pacto de investidura con el PSOE-A por los "incumplimientos" de los socialistas en relación con los puntos relativos a regeneración democrática, donde se incluye eliminación de los aforamientos en la comunidad y reforma de la Ley Electoral de Andalucía.
Para celebrar las elecciones el 2 de diciembre, este martes 9 de octubre es la fecha tope para publicar el decreto en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), de acuerdo con los plazos marcados en la Ley Electoral de Andalucía.
La X Legislatura andaluza ha tenido una duración de tres años y medio, ya que arrancó el 16 de abril de 2015 con la constitución del Parlamento andaluz, conformado por cinco grupos parlamentarios, tras los comicios que se desarrollaron el 22 de marzo de ese año.
En dichas elecciones, el PSOE obtuvo 47 escaños; el PP-A, 33; Podemos, 15; Ciudadanos (Cs), nueve, e IULV-CA, cinco diputados. A ocho escaños de la mayoría absoluta, el PSOE-A optó por suscribir un pacto de investidura con Ciudadanos, una nueva formación en la Cámara, que posibilitaría la investidura de Susana Díaz, en cuarta votación, como presidenta de la Junta ante el Pleno de la Cámara con los votos de ambas formaciones.
Esa investidura finalmente fue posible por el acuerdo del PSOE-A con Cs, cuyo objetivo era dar estabilidad a la comunidad autónoma. Los socialistas, durante toda la legislatura, se han encargado de recordar en varias ocasiones que PP-A, Podemos e IUlV-CA estuvieron más de 80 días "bloqueando" la gobernabilidad de la comunidad.
El PSOE-A ha mostrado durante la legislatura su satisfacción con el desarrollo del pacto de investidura, destacando su alto nivel de cumplimiento, mientras que Cs, que reconoce que se han producido "logros", ha lamentado que no haya habido un mayor compromiso de los socialistas para el cumplimiento al cien por cien de su contenido.
Eliminación de los aforamientos a cambio de los Presupuestos
A principios de septiembre, Ciudadanos lanzó una advertencia al PSOE-A, o se impulsaban ya medidas de regeneración democrática, como la eliminación de los aforamientos en la comunidad, o no negociarían los Presupuestos de la comunidad para 2019.
En la primera semana de septiembre, ambos partidos mantuvieron una reunión del comité de seguimiento del pacto de investidura, donde Cs reiteró al PSOE-A la necesidad de impulsar las medidas de regeneración democrática, principalmente eliminación de aforamientos y reforma de la Ley Electoral de Andalucía, pero según el líder andaluz de la formación naranja, Juan Marín, se encontraron con la negativa de los socialistas a abordar estos asuntos en lo que queda de legislatura.
Por su parte, el PSOE-A ha reprochado a Cs su actitud y que condicionara la negociación del Presupuesto de 2019 al asunto de la eliminación de los aforamientos, cuando ello requeriría una reforma del Estatuto de Autonomía con el consiguiente referéndum, algo para lo que no hay tiempo material en los que queda de legislatura. Los socialistas han pedido a sus socios de investidura "sensatez" y que recuperen "la cordura".
El PSOE-A ha llegado a denunciar que Cs ha decidido convertirse en un "factor de inestabilidad" en la comunidad y "abocar" a unas elecciones anticipadas. Ha acusado al presidente de Cs, Albert Rivera, de querer convertir a Andalucía en un "campo de batalla" de su confrontación con el presidente del PP, Pablo Casado, por ocupar el espacio de la derecha en España.