Pedro Sánchez se comprometió a intentar formar Gobierno nada más ganar las elecciones y está previsto que en las próximas horas inicie sus contactos con los partidos. Ayer reunió a su ejecutiva. El primero al que llamará será a Pablo Iglesias, a partir de ahí confía en poder empezar a sumar. Aunque no parece nada fácil. Iglesias sigue queriendo entrar en el Gobierno.
La fórmula del PSOE consiste en convencer a Podemos y a los partidos minoritarios que apoyen su Ejecutivo en solitario. De los independentistas, al menos de momento, no quieren saber nada. Además, pretenden obtener la abstención de un descabezado Ciudadanos tras la dimisión de Albert Rivera.
Pablo Iglesias, en cambio, continua manteniendo su exigencia de formar un gobierno de coalición y parece que esta vez no está dispuesto a apartarse. Ya lo dijo en la noche electoral: "Se duerme peor con más de 50 diputados de la extrema derecha en el Congreso, que con ministros y ministras de Podemos”.
El PP, el segundo partido más votado, descarta votar en abstención en una investidura de Pedro Sánchez. Y Vox va a lo suyo. No cree que la gobernabilidad de España sea su problema. Y avisa: si hay terceras elecciones sabrá aprovecharlas como el 10-N.