En la sesión de control, el jefe del Ejecutivo ha afirmado que Pablo Casado "no entiende el origen" de la moción de censura, que está en los casos de corrupción que han atenazado al PP. Por eso, le ha preguntado de nuevo qué está haciendo para "regenerar el partido que dirige".
"¿Qué favores debe usted a algún diputado o diputada para no luchar contra la corrupción y abrir de una vez por todas la regeneración en el PP?", le ha preguntado Sánchez a Casado, en alusión al apoyo que le prestó para llegar a la presidencia del partido la exsecretaria general, María Dolores de Cospedal, de la que se ha conocido estos días que se reunión en su despacho de Génova con el excomisario José Manuel Villarejo.
Cospedal y su marido, Ignacio López del Hierro, que organiza la reunión en el despacho de ella en la sede del PP, le piden trabajos puntuales al excomisario Villarejo. Este le asegura a la entonces mano derecha de Mariano Rajoy en el partido que hay un "pen drive con mucha chicha" sobre el caso Gürtel, que acaba de estallar.
Por su parte, el líder de los 'populares' le ha acusado de estar "bailando la música" al son de los independentistas y le ha perdido "romper" con ellos y recuperar el "sentido de Estado". Es más, le ha avisado que no se puede "cabalgar un tigre" ni debe "cebarselo a la vista de todo el mundo", máxime cuando ese tigre no se va a convertir en "vegetariano" y puede acabar "devorándolo".
La sesión de control ha dado para más. Después en el turno de preguntas de Ciudadanos, el presidente del Gobierno debía seguir pensando en Casado porque ha estado a punto de llamar Casado a Albert Rivera.