Los dos exconcellers sostienen en un comunicado que se han sumado a la huelga de hambre por las mismas razones que sus dos compañeros, con el fin de “denunciar el bloqueo al acceso a los tribunales internacionales y en particular a la justicia europea que el Tribunal Constitucional” les impone. Un comportamiento que consideran injusto y arbitrario.
“Es una medida extrema de protesta. Nos legitiman para tomar esta decisión la injusticia que sufrimos, la lesión de nuestras decisiones fundamentales y la arbitrariedad judicial”, recoge el texto. “La actitud arbitraria e irregular del Tribunal Constitucional lamina las bases mismas del Estado de Derecho”, concluyen los exconsellers. Asimismo, piden que quienes les apoyen desde fuera de la cárcel lo hagan con serenidad y firmeza.
El anuncio ha llegado también a través de sus respectivas cuentas de Twitter. "Me sumo a la huelga de hambre. Es una decisión meditada. Cuando te hacen cumplir una condena antes de juzgarte, te quedan pocos medios para clamar contra una injusticia tan grande. Lo uso con plena conciencia y responsabilidad", ha afirmado Josep Rull en un mensaje en el que ha añadido un vaso de agua. Unas palabras casi idénticas a las compartidas por Joaquim Forn.
Los sietes líderes independentistas encarcelados anunciaron el pasado viernes 30 de noviembre una campaña para denunciar su situación a tan solo unas semanas que comience el juicio por el 1 de octubre en el Tribunal Supremo. El sábado por la mañana se confirmaba que tanto el expresidente de ANC y diputado de JxCat, Jordi Sànchez, como el exconsejero Jordi Turull, habían comenzado una huelga de hambre de duración indefinida. A partir de ahora, esta será secundada por dos exconcellers más.