El Rey Felipe VI rotundo en el inicio de la legislatura: "España no puede ser de unos contra otros, debe ser de todos y para todos"

  • El Rey hace una defensa cerrada de la Constitución y de la Transición

  • Batet homenajea al Rey pero defiende que las críticas son legítimas en democracia le fortalecen

  • Los diputados que no han acudido hoy cobran entre 5.000 y 7.700 euros mensuales

Primero sufrió el desplante de los de siempre. De los que dicen ahora que no tienen Rey y tampoco parece valerles la Constitución. Son los mismos que ocupan sus escaños, cobran del erario público y tienen en sus manos el Gobierno de España.

El Rey Felipe VI ha inaugurado este lunes la XIV Legislatura llamando a los parlamentarios a trabajar por el interés general de todos los españoles: "España no puede ser de unos contra otros; España debe ser de todos y para todos", ha proclamado.

"Así lo ha querido la sociedad española desde hace más de 40 años. Así lo sigue queriendo y, sobre todo, así lo merece", ha dicho el jefe de Estado en su discurso en el Hemiciclo ante diputados y senadores.

El Rey ha confiado en que se inicie un periodo político en el que se decida cómo resolver los problemas de los ciudadanos a través de la reflexión, el debate y el diálogo, y teniendo como "base firme" la Constitución, porque ésta "ha sido el lugar de encuentro de todos los españoles, de diferentes modos de entender y sentir España".

La Constitución, ha recalcado, tiene una "inequívoca vocación integradora e incluyente" a la vez que es respetuosa con la "pluralidad y diversidad territorial" de España.

El Rey ha incidido en que la Constitución "nació del diálogo y el acuerdo, y también para el diálogo y el acuerdo", ya que nació "proyectándose hacia el futuro como un marco político pactado y

compartido" para el desarrollo de la vida democrática.

Además, ha recordado que los tres pilares esenciales sobre los que se ha construido la España actual, Estado Social, Estado Democrático y Estado de Derecho son "inseparables e indisociables los unos de los otros de una misma realidad".

Batet, con el Rey

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha rendido un homenaje de la Corona como elemento "integrador" y "patrimonio común" de la sociedad española, ha asegurado que criticarla, lejos de debilitarla la fortalece, y ha alertado del "peligro" de hacer una "apropiación partidista y excluyente" de la institución monárquica. Luego ha concluido su discurso ante el jefe del Estado, en la Apertura Solemne de la XIV Legislatura, con un "Viva el Rey".

Batet, diputada del PSC, ha vuelto a centrar en la necesidad de afrontar esta legislatura con "diálogo", "respeto" y voluntad de consenso, pero ha aprovechado su primer discurso en un acto de este tipo para elogiar el papel de la monarquía parlamentaria española.

La presidenta ha reconocido la legimitidad de las críticas a la Corona incidiendo incluso en que no debilitan a la institución. "No son la crítica ni la discrepancia, expresadas respetuosa y razonadamente, las que debilitan una institución firme y consciente de su legitimidad y posición", ha enfatizado.

"Por el contrario, esas críticas contribuyen a su fortaleza, basada ante todo en su condición integradora y de patrimonio común a toda la sociedad y a las fuerzas políticas, contribuyendo así a evitar el peligro de su apropiación partidista y excluyente", ha abundado Batet.

Contra el Rey

Los independentistas de Esquerra Republicana (ERC), Junts, EH Bildu, la CUP y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) han exigido este lunes romper con la Monarquía española y han avisado de que "sólo así se podrá dar cauce a soluciones basadas en el respeto a la voluntad popular, la libertad y la democracia".

Así lo han plasmado estos partidos en un manifiesto que han leído catalán, gallego y euskera la sala de prensa del Congreso una hora antes de que dé inicio la Apertura Solemne de la XIV Legislatura, un acto al que han decidido no asistir porque estará presidido por un Rey que, según dicen, "no les representa".

"La Monarquía Española y su máximo exponente, el Rey de España, no nos representa", comienza el manifiesto que ha comenzado leyendo, en castellano, el portavoz parlamentario de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, y que han continuado sus homólogos de Junts, Laura Borrás; Bildu, Oskar Matute; CUP, Mireia Vehí; y BNG, Néstor Rego.

El documento señala que la sociedad catalana, vasca y gallega "rechazan mayoritariamente" la figura de una institución "anacrónica, heredera del franquismo", que se sustenta en el objetivo de "mantener e imponer" la unidad de España y sus leyes, "negando así los derechos civiles, políticos y nacionales" que asisten, señalan, a sus ciudadanías y sus pueblos.

Los diputados firmantes, que cobran del Congreso entre 5.000 y 7.700 euros mensuales, apuntan que en el camino democrático hacia la libertad a la que aspiran "el Rey no es un interlocutor válido" porque "ni tiene la legitimidad de nuestros pueblos, ni le reconocemos ninguna función política".

"Menos aún --añaden-- cuando su papel para con nuestras naciones no ha sido otro que el de intentar imponer proyectos y valores antidemocráticos, como quedó demostrado en el discurso autoritario pronunciado el 3 de octubre".

ERC, Junts, Bildu, la CUP y BNG señalan que la Monarquía es un estamento que "no responde a los valores republicanos de libertad, igualdad y democracia", por lo que una democracia real, en su opinión, sólo será posible "desde la ruptura con la herencia, las bases y valores que representa el Rey y su figura".

"Por ello, consideramos que el Rey y la Monarquía deben dejar de ejercer su tutela sobre la ciudadanía y sobre los gobiernos y parlamentos que de la voluntad popular emanan --concluyen--. Solo así se podrá dar cauce a soluciones basadas en el respeto a la voluntad popular, la libertad y la democracia".