En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Alonso-Cuevillas ha señalado que no se puede "dar por hecho" que su defendido vaya a ser entregado a España porque considera que la directiva europea establece que, "para proceder a la entrega, han de existir garantías de que la persona entregada tendrá un juicio justo en el país requerido".
"Sobre el papel es evidente que el Estado español tiene una legislación garantista, de las más garantistas de Europa, pero también me parece evidente, y es lo que vamos a luchar, que hay motivos más que fundados que hacen sospechar que no se van a respetar esas garantías. Y el partido estará ahí", ha apuntado.
Preguntado por si cree que el delito de 'alta traición' de la legislación alemana es comparable al de rebelión, ha respondido afirmativamente, pero ha dicho que ése no es el debate. "No es un tema de etiquetas. Aquí el juez, en este caso, lo que ha de hacer es examinar el relato de hechos que están narrados en la euroorden y decir si, por su ordenamiento jurídico, esto sería delito o no", ha añadido.
Además, ha asegurado que se habla mucho de que Carles Puigdemont puede pedir asilo político, pero ha apuntado que "éste no es el momento". "No es el debate que nos ocupa en el marco de una euroorden. Hasta que esto no se resuelva, no creo que sea el momento de planteárselo", ha subrayado.
EL GOBIERNO ALEMÁN DICE QUE SE RESOLVERÁ "EN BASE AL DERECHO ESPAÑOL"
El Gobierno alemán ha recalcado que la detención del ex presidente catalán Carles Puigdemont por parte de la Policía germana no interferirá en las relaciones bilaterales que el Ejecutivo de Angela Merkel mantiene con España y ha defendido que el caso debe resolverse "en base al derecho español".
Con un rotundo "no" ha respondido el portavoz del Ejecutivo germano, Steffen Seibert, durante una comparecencia rutinaria ante la prensa en la capital alemana a un periodista que le ha preguntado si considera que el arresto podría afectar a la tradicional buena relación entre Berlín y Madrid.
PUIGDEMONT, A LA ESPERA DE DECLARAR ANTE UN JUEZ ALEMÁN
Tras pasar la noche acompañador por los gritos de varios seguidores a las puertas de la prisión de Neumuenster, Carles Puigdemont declara hoy ante un juez alemán que decidirá si le deja en libertad provisional o eleva la decisión al Tribunal Superior del Estado federado donde ha sido detenido. Este tribunal podría enviarle a prisión provisional mientras se resuelve la Euroorden dictada por el juez Llarena.
Según el abogado belga del expresident de la Generalitat, el magistrado "lo decidirá en un plazo de 48 horas". Mientras, su otro letrado, a la pregunta de si cree que Puigdemont va a ser extraditado a España dice claramente que no "No, no, no, no, no lo creo".
Su defensa ya está en suelo alemán donde hoy se va a reunir con un equipo de abogados germanos que ya ha contratado Puigdemont. El expresidente catalán espera que ocurra lo mismo que en Bélgica. "Se iniciará un procedimiento judicial igual que durante el mes de noviembre y diciembre en Bruselas y deberá ser un juez quien resuelva, con posibilidad de recurso también", ha indicado Jaume Alonso-Cuevillas, uno de su abogados. El juez belga le dejó en libertad provisional con medidas cautelares de no abandonar el país.
En cualquier caso, los plazos ya han empezado a correr, y si Puigdemont accede voluntariamente a la entrega de Alemania a España, esta se haría efectiva en un plazo de 10 días; pero si se opone, sería de 60 días o de forma excepcional un mes más. Tres meses como máximo para decidir el futuro del expresident detenido, aunque tiene un horizonte judicial muy complicado.
LA FISCALÍA DEL ESTADO DE SCHLESWIG TENDRÁ LA ÚLTIMA PALABRA
La Fiscalía general del Estado de Schleswig (Alemania) tendrá la última palabra sobre la extradición a España de Puigdemont, que, como ya se ha indicado, tras pasar la noche en la cárcel de Neumünster, está a la espera de pasar a disposición del Tribunal de Instrucción de la localidad.
En esta primera instancia, el juez deberá confirmar su identidad, analizar las razones de su detención y dictaminar si mantiene a Puigdemont bajo custodia policial hasta que se resuelva su entrega en virtud de la euroorden emitida desde España, un trámite que podría demorarse entre diez y 60 días durante los que permanecería en el centro penitenciario.
Teóricamente, existe también la posibilidad de que el tribunal decida poner en libertad con o sin medidas cautelares al expresidente catalán. Sin embargo, esto no es lo normal, según informó una portavoz de la Fiscalía General en Schleswig.
Tras su paso ante el Tribunal de primera instancia le tocará el turno al Tribunal Superior de Schleswig-Holstein, en Schleswig, que deberá analizar la documentación de España sobre el caso para ver si la extradición está justificada y si la entrega a las autoridades españolas es admisible legalmente.
A continuación, en el caso de que no haya ningún impedimento legal para una extradición, la Fiscalía general del Estado de Schleswig será la que tenga la última palabra sobre la entrega del político catalán a España.
¿CÓMO SE PRODUJO LA DETENCIÓN?
La detención de Puigdemont se produjo en la frontera entre Alemania y Dinamarca. Es una frontera terrestre en el espacio Schengen y donde normalmente no hay controles. Según desvela la prensa alemana, la Policía de ese país estaba ya avisada por los servicios de inteligencia españoles, que tenían localizado al expresident.
Puigdemont viajaba en un Renault Space con matrícula belga acompañado de otras cuatro personas. Cuando fue interceptado circulaba por la autopista A-7, dirección Hamburgo. El semanario alemán Focus afirma que se barajó detenerlo en Dinamarca, pero que finalmente se ha optado por Alemania, uno de los países de la Unión Europa con el que España tiene mejores relaciones.
Allí existe un delito equiparable al de rebelión, el más grave al que se enfrenta Puigdemont. Se llama Alta Traición a la Federación y se castiga con una pena máxima de cadena perpetua.