La gran pregunta de este verano es: ¿van a hablar Pablo Iglesias y Pedro Sánchez? Por ahora no hay contacto. El PSOE quiere acabar primero la ronda de reuniones con la sociedad civil que han empezado esta semana. Sánchez ya ha estado con feministas y con científicos y el jueves 8 de agosto se reunirá con la patronal y los sindicatos. Con esos encuentros el PSOE intenta dos cosas: demostrar que sigue moviéndose para cerrar un gobierno y presionar a Podemos.
Pero ¿qué es el gobierno a la portuguesa? Es un logro de Antonio Costa, el líder de los socialistas portugueses. En las últimas elecciones quedó segundo, pero convenció al Bloco, que es el equivalente a Podemos, y al partido comunista, de que le invistieran sin entrar en el gobierno. En cuatro años han tenido éxitos, como los datos que señalan la recuperación económica. También ha habido crisis, como cuando los socialistas aprobaron una reforma laboral con la derecha.
Ese es precisamente primer argumento de Unidas Podemos en contra del gobierno a la portuguesa. Hay un segundo argumento: dicen que ya probaron el gobierno a la portuguesa después de la moción de censura. El problema para Iglesias es que sus socios de Izquierda Unida y los anticapitalistas sí están a favor de un gobierno a la portuguesa. Hay siete semanas para ver si esa opción triunfa o no. Si el 23 de septiembre no hay acuerdo, se convocarán elecciones.