Ha llegado puntual a las nueve de la mañana y ha hecho honor a su fama de buen orador al responder al diputado socialista José Luis Ábalos, pero Mariano Rajoy ha adoptado un tono más bronco al enfrentarse a Pedro Sánchez. Ovacionado por la bancada popular, sus últimas palabras han sonado a despedida. Ha abandonado el congreso antes de que finalizara la sesión y por la tarde, ni siquiera ha regresado a escuchar al resto de los grupos.